Fuente: Gestionatudinero.com

Una nueva generación de inversores que busca más cercanía con sus gestores pero, a la vez, demandan un servicio mejor en el que ya no vale solo una oferta de producto. Las empresas de tecnología financiera se posicionan como factor clave para ayudar a las gestoras en este proceso, ofreciendo acceso a enormes volúmenes de datos y análisis que pueden ayudar a definir mejor las necesidades y los objetivos del cliente.

El informe How can FinTech facilitate Fund Distribution, elaborado por la asociación de fondos de Luxemburgo (ALFI) y Deloitte, explica cómo el FinTech está cambando la industria de gestión de activos y del asesoramiento, así como los procesos de distribución de fondos.

“FinTech es más que una palabra de moda. Tendrá un impacto fundamental en el funcionamiento de la gestión de activos, intermediarios y proveedores de servicios de distribución, que también se enfrentan a los nuevos comportamientos de los inversores”, explica Denise Voss, presidente de ALFI, que anima a la industria a aprovechar esta “oportunidad única para modernizar su modelo de distribución”.

Según el documento, las empresas de gestión de activos que quieran alcanzar el éxito, deben adaptar su producto y las estrategias de marketing a la mentalidad y los hábitos de la nueva generación de inversores, utilizando el FinTech para acceder a un universo nuevo de fuentes de datos, incluidas las redes sociales. Un lugar donde encontrar datos que ayuden a segmentar mejor al cliente con el fin de ofrecerles el producto más adecuado a su perfil.

A juicio de los expertos, la tecnología también ayudará a agentes como las plataformas de fondos a ir más allá de la mera oferta de productos. La educación será clave, permitiendo a las entidades ofrecer a sus clientes valores añadidos, como mejores métricas de riesgo y rentabilidad, informes de patrimonio frente a objetivos de inversión o análisis de mercado.

Así, los expertos consideran que estas plataformas, junto a la regulación como MiFID II, estimularán los canales de distribución ‘direct-to-consumer (D2C)‘ (comercialización directa), tanto entre clientes minoristas como institucionales.

Según los datos de ALFI, la inversión mundial en FinTech sigue creciendo de forma exponencial, con la inversión en compañías del sector triplicándose hasta 12.000 millones de dólares desde 2013 a 2014.