Fuente: www.capital.es

Con el sector FinTech ganando peso a pasos agigantados y la puesta en escena de cada vez un mayor número de startups que ponen la tecnología a disposición de las finanzas y consumidores, son tres las cuestiones que giran en torno al nuevo modelo financiero.

¿Es el FinTech una burbuja?

No. Al igual que ocurre en muchos otros sectores, están apareciendo startups para cada nicho de mercado, sólo aquellas que satisfagan necesidades reales de los consumidores sobrevivirán, el resto, probablemente se vean abocadas al fracaso o la reinvención. No obstante, los inversores saben identificar qué empresas tienen realmente potencial y cuáles no, por lo que aquellas corporaciones que tengan un proyecto que realmente merece la pena, conseguirán captar la financiación necesaria para materializarlo.

El FinTech no es una burbuja por una sencilla razón, el crecimiento del sector y la inversión en el mismo están directamente relacionadas con el incremento de beneficios y expansión de mercados de las compañías que operan en él.

¿Es el FinTech una moda?

Sí y no. El FinTech puede considerarse una moda en el sentido de que todo el mundo habla de él, de su potencial y de las transformaciones que está llevando a cabo. Sin embargo, no es una moda pasajera, puesto que todo apunta a que el FinTech seguirá dando de qué hablar durante los próximos años. En este sentido, un sector que presenta perspectivas de crecimiento continuadas y estables a lo largo del tiempo, no puede considerarse una moda, sino “la nueva banca”.

¿Representa el FinTech un cambio de modelo financiero?

Sí, de hecho, esa transformación ya está produciéndose, lo que conocemos como “disrupción del sector FinTech”. Los consumidores ahora tienen la posibilidad de acceder a financiación para gastos imprevistos en cuestión de minutos por medio de páginas web de préstamos rápidos como MoneyMan, gestionar sus finanzas personales a través de apps de ahorro o bien elegir en qué sectores invertir mediante plataformas de crowdlending.

La infraestructura de sucursales bancarias se ve reemplazada cada vez en mayor medida por el soporte online. Las entidades bancarias tradicionales buscan transformarse en “banca digital”.

El futuro del sector pasa por la integración de startups que ofrecen productos y servicios FinTech exclusivos dentro de las páginas web y aplicaciones de entidades bancarias.

De tal forma que cada banco ofrezca productos y servicios financieros de terceros (con los que colabora) o bien directamente de empresas FinTech que ha adquirido. El funcionamiento será similar al de plataformas de ecommerce en las que una compañía ofrece productos y servicios de terceros a cambio de comisiones por venta y tarifas por el uso de la plataforma, a la vez que oferta productos y servicios de su propia marca.