Fuente: cincodias.com/

El banco español BBVA ha pedido a los legisladores europeos que le permitan pagar unacompensación variable a los expertos en tecnología. Calcula que solo entonces podrá competir en igualdad contra sus rivales estadounidenses y las empresas de tecnología, que no están sujetas a una regla que limita el pago de bonus a dos veces el salario base.

En cierto modo, Francisco González, presidente de BBVA y entusiasta del fintech, tiene razón. El límite europeo a las bonificaciones es algo defectuoso. En lugar de alentar a las entidades a pagar de forma más sensata, las obliga a elevar la parte fija de los salarios para retener al personal, lo que afecta a la flexibilidad y potencialmente a la estabilidad financiera.

Sin embargo, remunerar a los programadores con talento de forma similar a los operadores no parece algo totalmente beneficioso desde el punto de vista del sector. En última instancia, podría marcar el comienzo de un estilo de trader de mentalidad libre que podría tener implicaciones en la estabilidad financiera.

Los inversores de BBVA tienen otra razón. Desde el inicio de 2014, el segundo mayor banco de España por activos ha comprado de forma compulsiva: los bancos online Holvi y Simple, la firma de datos Madiva Soluciones y la compañía de diseño Spring Studio. BBVAtambién ha invertido en el banco digital británico Atom y en el mercado de bitcoin Coinbase.

Puede que González haga bien en suponer que el cambio digital, reducirá la banca de 20.000 a solo unas cuandas decenas de jugadores en las próximas dos décadas. Pero si se equivoca, darse prisa en ofertar cantidades cada vez mayores contra bancos estadounidenses por lo nuevo conlleva riesgos. Cada vez más, los precios de las operaciones incluyen paquetes para los empleados basados en nociones no comprobadas que podrían llevarles a ganar mucho más de unos pocos años. Sin el límite a los bonus, BBVA tendría más libertad para jugar a un juego arriesgado.

Es poco probable que Europa modifique sus reglas solo por el banco español. Eso puede significar que González saldrá perdiendo frente a Google, Facebook o Wall Street, dispuestos a ofrecer este tipo de garantías en su lugar. Pero esa intransigencia también podría ahorrar dinero a los accionistas.