En estos 12 meses las startups más prometedoras del universo fintech han recibido la atención de los medios y el dinero de los inversores. Los gigantes de todos los sectores toman posiciones para liderar una nueva era.

 

1. Febrero: La gestora de fondos Fidelity anuncia una inversión de 400 millones de dólares en la insurtech Oscar, que alcanza así una valoración estimada de 2.700 millones de dólares. Sólo cinco meses antes Capital G, la sociedad de capital riesgo de Alphabet (nombre corporativo de Google), había invertido 32,5 millones de dólares en Oscar, que quedaba entonces valorada en 1.700 millones de dólares. Las inversiones en la startupneoyorquina -que en 2015 perdió 120 millones de dólares- son un buen ejemplo del interés que ha despertado entre los inversores la disrupción tecnológica del negocio de los seguros.

2. Marzo: BBVA compra Holvi. Se trata de una startup finlandesa, fundada en 2011, que ofrece servicios financieros a emprendedores y pymes, así como banca tradicional a través de su propia plataforma online. “A través de lo digital Holvi aporta un nuevo enfoque a la banca para pequeñas empresas, donde los servicios son esenciales para el futuro de un negocio”, explicó entonces Teppo Paavola, responsable de Nuevos Negocios Digitales de BBVA.

3. Abril: Lanzamiento comercial de Atom Bank, el primer banco exclusivamente móvil del Reino Unido. Esta fintech, de la que BBVA adquirió el 29,5% en 2015, plantea una nueva generación de servicios financieros concebida de forma nativa para dispositivos móviles. Sus primeras ofertas se dirigían al segmento de las pymes. Hoy ya ofrece hipotecas, cuyo proceso de contratación es 100% via app.

4. Abril: Orange firma un acuerdo para comprar el 65% de Groupama Banque. La entidad francesa, con 2.000 sucursales físicas en el país vecino y 38.000 empleados, pasará a llamarse Orange Bank. El objetivo de la compañía de telecomunicaciones es crear un servicio bancario completamente móvil que comenzará a funcionar en Francia en 2017

5. Junio: Visa lanza un anillo para pagos móviles pensado para los atletas de los Juegos de Río, quienes podrán pagar en la Villa Olímpica gracias a un wearable con tecnología NFC. No necesita recarga y resiste hasta 50 metros bajo el agua.

6. Agosto: Datos de las consultoras KPMG y CB Insights desvelan que en el segundo semestre del año Alemania desbancó al Reino Unido como el Estado europeo con más inversiones en fintech. Las startups alemanas lograron en esos tres meses 186 millones de dólares de financiación frente a 103 millones de dólares de las británicas.

7. Septiembre: IBM anuncia un principio de acuerdo para adquirir Promontory Financial Group, una consultora especializada en regulación y legislación financiera y bancaria. El objetivo de IBM con esta compra es combinar el know-how y la experiencia de Promontory, una de las firmas más reputadas en su actividad de Wall Street, con Watson, su sistema de Inteligencia Artificial, para así afrontar el creciente negocio de la regulación financiera. Está previsto que la operación, cuyo montante económico no se desveló, derive en la creación de una nueva división de IBM llamada Watson Financial Intelligence.

8. Septiembre: Los bancos españoles lanzan Bizum, solución de pagos móviles inmediatos asociados a la cuenta bancaria. Bizum es administrado por la Sociedad de Procedimientos de Pago S.L., cuyos accionistas son las 26 principales entidades financieras de España -incluyendo BBVA-, con el 95% de la cuota de mercado. Además, cuenta con el apoyo de las tres asociaciones bancarias de España y las diferentes empresas de infraestructuras de pagos.

9. Septiembre: Facebook empieza a permitir, en fase beta y en Estados Unidos, los pagos integrados sin salir de su aplicación. La compañía creada por Mark Zuckerberg ya lleva un tiempo ofreciendo, también en su país de origen, el envío de dinero a través de su servicio de chat Messenger.

10. Diciembre: Amazon abre su primer supermercado. Está en Seattle, la ciudad donde se encuentra su sede corporativa, y en principio es solo para empleados. Su gran particularidad es que no hay cajas registradoras: todo funciona con sensores y a través de una app. Al entrar en la tienda, el cliente debe pasar el móvil por un lector para ser identificado. Luego, gracias a una combinación de sensores, cámaras e inteligencia artificial, el sistema reconoce qué artículos se han cogido de la estantería y genera un carrito de la compra virtual. Al salir el cliente, automáticamente se carga el importe de lo que se lleva en su cuenta de Amazon.

Fuente: www.bbva.com