Fuente: www.clarin.com/

“Estoy convencido de que surgirán otros unicornios en los próximos años”. La frase pertenece a Martín Migoya, el CEO y fundador de Globant, una de las cuatro tecnológicas argentinas que, junto a Mercado Libre, Despegar y OLX, tienen una valuación mayor a los US$1.000 millones, y que se las define como unicornios. La apreciación de Migoya alude a un reciente estudio privado auspiciado por el BID, que identificó un total de 23 startups con un valor de mercado de entre US$25 millones y US$1.000 millones, y que se perfilan para jugar en las ligas de la tecnología mundial.

Entre otras, sobresalen los casos de Etermax (empresa de videojuegos creadora del éxito Preguntados), Iguanafix (refacciones para el hogar y de autos), Satellogic (microsatélites), Auth0 y Onapsis (seguridad cibernética), Restorando (reservas online), Afluenta (micropréstamos) y Bluesmart (Internet de las cosas). Según el estudio, son innovadoras, disruptivas, ocupan nuevos nichos de mercado y nacen con una vocación global. Todo en un país que cuenta con fortalezas y debilidades: “Tenemos científicos de calidad y emprendedores con trayectoria, pero aún no logramos coordinar una red entre universidades y empresas para fortalecer al ecosistema”, señala Ignacio Peña, director de Surfing Tsunamis y líder de la investigación.

“La mayoría de esta nueva camada de emprendimientos están basados en Internet, pero abarcan otros rubros como biotecnología, medicina digital, energías renovables, seguridad informática y tecnología espacial, entre otros”, reseña el informe Tecnolatinas, elaborado por Surfing Tsunamis (una consultora especializada en innovación) y el fondo de inversión NXTP Labs, que relevó a más de 5.000 tecnolatinas (startups latinoamericanas con base tecnológica). De ese universo se identificaron las 124 más valiosas, que en conjunto representan un ecosistema con un valor de mercado de US$38.800 millones. “Por primera vez en la historia, América Latina está creando compañías tecnológicas a escala”, concluye el estudio.

En la región hoy existen 9 empresas unicornio, con valor colectivo de US$23.200 millones. En ese lote, 4 son argentinos, Brasil y México tienen 2 y Chile, el restante. Brasil, por otro lado, es el país con mayor cantidad de tecnolatinas (59), seguido por la Argentina (23) y México (17). Y el 69% de las tecnolatinas tienen menos de 10 años de vida. Para calcular la valuación de cada empresa se tomaron distintos indicadores, entre ellos el capital levantado en la última ronda de inversiones, el desarrollo de la compañía y la opinión de 20 expertos inversionistas.

Fundada hace apenas 3 años, Iguanafix figura en listado en el rango de las empresas valuadas entre US$100 y US$500 millones. Se trata de una plataforma tipo Uber pero enfocada en el negocio de las refacciones hogareñas y de autos. La firma acaba de captar US$16 millones en su última ronda de inversión, del fondo Temasek (Singapur), relata Matías Recchia, uno de los socios fundadores. A poco de andar, expandieron sus operaciones a Brasil y México, tiene 120 empleados y realizan 30.000 transacciones mensuales. Rechia remarca que a diferencia de Uber (que compite con un negocio tradicional como los taxis), Iguanafix “desarrolló una tecnología para un mercado que mueve miles de millones de dólares y que nadie está atacando”.

El original mecanismo de valuación de las startups resulta revelador, pero ofrece algunas dudas. “Especialmente en las etapas tempranas de las empresas, las valuaciones varían mucho porque dependen de lo que captan en la última ronda de inversión. Y eso es muy volátil. Por eso, no son valores reales y concretos: son indicadores de su potencial”, aclara Peña. “La valuación de la compañía surge de las rondas de inversiones y eso no es información pública. Pero hay otros factores, como la cantidad de usuarios, los suscriptores. Y esas conclusiones, posteriormente, la validamos con inversores de 20 países”, completa Marta Cruz, Founding Partner de NXTPLabs.

Más allá de estas consideraciones, este primer relevamiento aporta datos relevantes. A diferencia de otras épocas, los investigadores aseguran que se acortaron las distancias con el Silicon Valley. “Hoy, las startups tienen acceso a inversores extranjeros y locales que antes no existían”, puntualizan los investigadores. Por último, agrega el experto, “cuentan con los antecedentes de los unicornios, que les sirve de guía y les marca el camino”. Por otro lado, “hoy en día se puede crear una startup global con menos de US$10.000, es posible acceder al capital como nunca antes y rápidamente ser visible a millones de consumidores conectados”, remarcan los autores del estudio.

Jungla empresaria

El contexto parece favorecer el surgimiento de startups tecnológicas, de alto impacto en la economía en general y, sobre todo, en el empleo. De allí, de ese universo, es posible que surjan otros unicornios, como sugiere Migoya. El término unicornio proviene de la mitología y resulta curioso, pero no es la primera vez que se usan parámetros zoológicos para definir las características de un emprendimiento. En 1979, el economista del MIT David Birch clasificó cada tipo de empresa con nombres de animales: están los elefantes (las grandes corporaciones), los ratones (las que son chicas y no quieren o no pueden crecer) y las gacelas: las que apenas nacen despegan y crecen a tasas sorprendentes.

Las startups mencionadas en el estudio son del tipo gacela, como es el caso de Auth0, cuyo modelo de negocio son las aplicaciones para unificar múltiples accesos con una sola password. Matías Woloski (36 años), socio fundador de esta empresa nacida en 2013, cuenta que hoy tienen 170 empleados distribuidos en 25 países, entre ellos la Argentina y Estados Unidos. “Yo apunto a que Auth0 sea un unicornio. Al principio lo veía difícil, incluso salir a cotizar en Bolsa, pero ahora no lo veo tan loco”, dice Woloski, un ex Microsoft que reside en Seattle.

En ese mismo nicho, el de la seguridad informática, está Onapsis, otra de las startups de mayor valuación. La lista es más extensa y abarca a Invertir On line (compra y venta de activos financieros por Internet), Navent (portal de búsqueda de empleo), Afluenta (préstamos y créditos bajo un modelo Uber), Agrofy (un sitio de compra y venta de maquinaria agrícola), Technisys (software factory) y Restorando (un portal para hacer reservas en restoranes). Pero por fuera del listado hay otras tecnológicas de alta cotización, “que no entraron en este primer ranking porque no encontramos información pública, por ejemplo Unitec Blue, Biogénesis y Bioceres. O también por ser estatales, como INVAP”, explica Peña.

Es decir, que el universo de las tecnológicas de alto impacto es mucho más amplio de lo que registra el informe. Y eleva el nivel de jerarquía del ecosistema emprendedor, muy valorado por su historia, el espíritu, la vocación innovadora y los antecedentes de éxito.

Sobre este punto, María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina, describe: “Para que una compañía pueda sobrellevar las crisis de crecimiento propias de todo negocio es clave mantener el espíritu emprendedor. Afortunadamente, el argentino tiene este talento y es reconocido por su capacidad de innovar en la resolución de los desafíos que se presentan, de manera creativa, con los recursos humanos y materiales con los que cuenta”. Y añade: “Para ser innovadores hay que correr riesgos y eso es algo muy nuestro”.

ENTREVISTAS

Martín Migoya, CEO y fundador de Globant

Las startups que aspiran a jugar en las grandes ligas de la tecnología

Martin Migoya.

Globant es una referencia en el mundo del emprendedorismo. Nacida en 2003, su CEO y cofundador del gigante del software que hoy cotiza en Wall Street, Martín Migoya, destaca la pasión de las startups tecnológicas locales. “Acá hay mucho talento. Las empresas argentinas son muy disruptivas, como los casos de Sattelogic, Iguanafix, por ejemplo, que tienen un futuro enorme. Todas están buenas, con grandes equipos de fundadores y con misiones claras. Hay otras que tienen un nivel de desarrollo y un expertise realmente interesante.

–Siempre se dice que en la Argentina hay cantidad y calidad en las startups. ¿Qué es lo que falta para ver resultados concretos?

–Tiempo. La verdad es que ninguna empresa nace de un día para el otro. Por caso, Facebook y Google tampoco surgieron de la noche a la mañana. Por otro lado, emprender es riesgoso y no todos los emprendimientos terminan bien. Mercado Libre nació 10 años antes que Globant, lo mismo que Despegar. Hay distancias entre las distintas eclosiones emprendedoras y esas distancias toman tiempo. Algunas fallan, y son momentos complicados para los emprendedores, porque se sienten mal y tienen que atravesarlo, pero son las reglas de juego: muchas nacen, algunas fallan, otras se suman. Lo importante es el ecosistema. Porque no hay una razón macro que explique los fracasos, es algo propio de la dinámica emprendedora. Está buenísimo, porque algunas prosperan.

–Si tuviera que destacar los aspectos positivos y negativos del ecosistema argentino. ¿Cómo armaría las dos listas?

–El talento de los emprendedores es muy bueno, y las características del mercado argentino te obliga a tener un pensamiento global. Y debilidades hay muchas. Al ecosistema de capitales de riesgo todavía le falta, es limitado la posibilidad de obtener inversiones y fondos para seguir creciendo.

–¿Cómo evalúa el rol del Estado en función del ecosistema emprendedor? ¿Cumple con las expectativas?

–El Estado tiene algunas deudas sobre este aspecto. La reciente promulgación de la “Ley de emprendedores” apunta a solucionar ese problema. Porque esas fallas son pequeñas cosas, que si se las manejara bien podría facilitar bastante. Por ejemplo, el pago del IVA en los inicios de un emprendimiento. Eso no tiene costo fiscal y ayudaría bastante. Algunas cosas contempladas en “Ley de emprendedores” solucionan ciertos aspectos, también la facilitación de los trámites para que se pueda crear una empresa en un día, son cosas muy básicas.

–Globant hoy es considerada una empresa unicornio. ¿Es posible que surjan otros unicornios en los próximos años?

–Estoy convencido, pero no tengo dudas de que pueden haber muchos más unicornios. La Argentina en este mercado global tiene para mostrar una enorme cantidad de talento y la gran calidad de las empresas. Y el mundo lo sabe.

Emiliano Kargieman, socio fundador de Sattelogic

Las startups que aspiran a jugar en las grandes ligas de la tecnología

Emiliano Kargieman, de Satellogic junto al ministro de Ciencia y Técnica, Lino Barañao.

Sattelogic está fuera de órbita. Es una de las jóvenes tecnológicas que rompe con todos los moldes. Su CEO y cofundador, Emiliano Kargieman, de 41 años, tiene pergaminos como emprendedor: participó en la creación de Core Security Technologies (una empresa de seguridad informática), Garagelab y Aconcagua Ventures, un fondo de capitales de riesgo para startups . “Sattelogic se creó en 2011 y el objetivo es lanzar una red de microsatélites al espacio, que funcionan como sensores que monitorean en tiempo real todo lo que pasa en cualquier lugar del planeta”, explicó al Económico.

El secreto es que los costos de estos microsatélites (que tienen “el tamaño de un secarropas”, grafica) son mucho más baratos que los satélites tradicionales y 2.000 veces más eficientes, resumió.

–¿Para qué sirven esos satélites? ¿Cuál es el modelo de negocios?

–Ya tenemos cinco en órbita y vamos a lanzar cuatro más en un par de meses. Así, hasta llegar a 300. Cada uno tiene cámaras y computadoras, que capturan en tiempo real imágenes e información que después procesamos e interpretamos. Eso permitiría saber, por ejemplo, el grado de madurez del café en Kenia, la cantidad de lluvia que cae en los Estados Unidos, el número de barcos petroleros en el estrecho de Ormuz. Eso sólo se puede ver desde el espacio: para monitorear la producción del agro, para detectar pérdidas en algún gasoducto. Todo eso puede estar en la palma de la mano y resolver problemas.

–¿Qué es un microsatélite? ¿Qué tienen y cómo funcionan?

–Tiene un sistema de propulsión, computadoras, energía solar y unas cámaras que nos permiten tomando información.

–¿De dónde consiguió los fondos para desarrollar el proyecto?

–Tengo experiencia en el tema. Hicimos un acuerdo con el INVAP para incubar estas ideas. Y otro, con el Ministerio de Ciencia y Técnica. Eso nos dio el impulso inicial, posteriormente hicimos rondas de inversiones.

–¿Cuándo calcula que la empresa será rentable?

–Desde este mes empezamos a entregar datos a clientes. Y nos estamos abriendo para sumar otros clientes pagos. Este es un año clave para despegar, pero todavía nos falta mucho camino. Estamos arrancando a armar una cartera de clientes, empezamos solucionar problemas y a generar valor.

Máximo Cavazzani, CEO de Etermax

Las startups que aspiran a jugar en las grandes ligas de la tecnología

Preguntados, un boom made in Villa Urquiza, fue creada por Máximo Cavazzani.Superó los 200 millones de descargas en todo el mundo, lideró el ranking de descargas de Apple en Estados Unidos y desembarcó en Asia.

Un éxito tras otro. Primero con Apalabrados, más tarde con Preguntados. Así, Etermax –enfocado en el promisorio nicho de la producción de videojuegos– se posiciona entre las startups tecnológicas argentinas más valoradas, según el estudio “Tecnolatinas” (ver página 6). A pesar de eso, su fundador y CEO, Máximo Cavazzani, de 31 años, ingeniero en informática egresado del ITBA, desconfía de esa conclusión optimista: “Son valuaciones subjetivas”, dice. Sin embargo, los resultados de este joven emprendimiento son más que auspiciosos. Tiene 7 juegos en línea, concentra 5 millones de usuarios activos diarios y compite mano a mano con los dos colosos del sector: Rovio Entertainment (Angry Birds) y King Digital Entertainment (Candy Crush).

–Etermax se creó en 2009. ¿Cuándo empezó a ser rentable?

–La empresa era rentable desde antes de Preguntados. La idea de cualquier negocio es hacer más cosas, acá la mayoría son ingenieros que están pensando en hacer más juegos y de mejor calidad.

–¿De dónde provienen los ingresos de la compañía?

–Mitad es por publicidad. Uno produce contenidos, consigue una base de usuarios que después de un tiempo pasa a ser cautivo. Eso posibilita poner avisos. La otra mitad proviene de las versiones pagas de los juegos y la venta de créditos (vidas, monedas, energía).

–¿Es fácil emprender?

–Es raro, porque es como decir que es fácil jugar al fútbol. Cualquiera puede hacerlo pero no todos pueden jugar en la Primera.

–¿Considera que existen condiciones propicias en la región?

–Latinoamérica no tiene las herramientas que tiene Silicon Valley, pero la brecha se achica, y eso es bueno. Tener emprendedores en cantidad y calidad permita que surjan los mejores emprendedores. En particular, para este momento del mundo, con cambios en la matriz de la generación de riqueza. Mercado Libre hoy es una compañía más grande que YPF. Es una oportunidad, pero no es para todos.

–¿Recibió ofertas por Etermax?

–Tuve, sí, pero nunca fue mi intención. ¿Si es posible que la venda? Siempre depende del dinero, pero en la medida que el negocio funcione, mi idea es que se puede sacar mucho más valor.

La empresa de Cavazzani tiene oficinas en Buenos Aires y Montevideo. Cuenta con una plantilla de 250 empleados y tiene previsto lanzar Pictionary el mes que viene, tras un acuerdo con Mattel.