Los jugadores del ecosistema Fintech —tecnología financiera— esperan para este jueves la regulación para este sector, tras reuniones y propuestas que expusieron a la oficina de Luis Videgaray, ahora exsecretario de Hacienda.
Videgaray fue uno de los impulsores para crear una iniciativa que regule a las tecnológicas financieras, con propuestas de emprendedores, fondos de capital emprendedor nacionales y extranjeros y reguladores. El entonces secretario se reunió con estos jugadores del ecosistema en meses previos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap).
Las empresas Fintech han tenido un boom en 2016, al crecer cerca de 24% en un año, pese a no estar reguladas. De 128 emprendimientos que conformaban el sector Fintech en mayo del año pasado, ahora son 158 empresas, de acuerdo con el Fintech Radar México, construido con la colaboración de Ernst & Young (EY) y Finovvista.
«La Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores han estado abierta a recibir propuestas de la industria para mejorar la captación de clientes y poder meternos a productos nuevos y servicios de pagos de servicios públicos”, dijo Vicente Fenoll, fundador de Kubo Financiero, una firma de Fintech mexicana.
La reglamentación tiene que tener el balance adecuado para facultar a la autoridad la capacidad de auditar a las empresas, pero sin dificultarlas el trabajo para arrancar el negocio, señaló Ignacio Aldonza, socio de la consultora EY.
Estos son algunos elementos que fondos de inversión y emprendedores del sector esperan de la regulación para poner a México como líder en la región en el desarrollo de Fintech, un sector que el presidente Enrique Peña Nieto recién incluyó como uno de los seis ejes en la Política Nacional de Inclusión Financiera.
En México existen 13 tipos de Fintech que se dedican a crowdfunding, préstamos, intermediación bursátil, management de financiamiento personal, ahorro y seguros, entre otras, actividades de acuerdo con el Fintech Radar México.
Por ello, se debe de sacar regulación para cada categoría, con un modelo que les permita incrementar los recursos. Si el reglamento agrupara a todas las Fintech bajo un mismo grupo, esto dificultaría la operación de algunas de ellas, pues sus modelos de negocio son muy diferentes.
2. Oferta pública
A las Fintech que no están dentro de alguna de las figuras reguladas del sistema financiero no se les permite hacer una oferta pública de acciones. En Estados Unidos, este mismo año, el presidente Barack Obama dio entrada a una regulación para que empresas pequeñas puedan levantar capital hasta por 1 millón de dólares en Bolsa a través de crowdfunding. Una medida similar en México permitiría a las compañías acceder a una importante fuente de capital.
3. Facilitar la captación
Hay Fintech en México cuya matriz está en otro país. Esto restringe los instrumentos a los que pueden acceder para captar recursos, pues la ley actual te obliga a estar en el país como Sociedad Financiera Popular (Sofipo), lo que obliga a tener un nivel mínimo de clientes y capital. Por ello, están buscando mecanismos no convencionales para operar. Ante esta situación, algunas firmas que tienen sus matrices en el extranjero reclaman que la ley les permita operar en México como entidades reguladas, aunque no se registren como Sofipos.
4. Menos papeles y trámites
La regulación tiene que ayudar a los grupos financieros y entidades no bancarias que invierten ya en Fintech, y a las propias empresas del sector, a evitar los extensos trámites físicos que inhiben la flexibilidad que ofrecen estos modelos electrónicos. Actualmente, por ejemplo, para abrir una cuenta en banca electrónica es necesario acudir a una sucursal para firmar físicamente el contrato.
5. Vigilancia
Las autoridades deben llenar el hueco que existe actualmente en la regulación para evitar que abran algunas Fintech que ven la oportunidad para defraudar a la gente. Esta tarea incluso está pendiente en las entidades no bancarias reguladas, como la Sofipos, donde se han detectado casos de triangulación de recursos como el de Ficrea.
1. Diferenciar a cada empresa
En México existen 13 tipos de Fintech que se dedican a crowdfunding, préstamos, intermediación bursátil, management de financiamiento personal, ahorro y seguros, entre otras, actividades de acuerdo con el Fintech Radar México.
Por ello, se debe de sacar regulación para cada categoría, con un modelo que les permita incrementar los recursos. Si el reglamento agrupara a todas las Fintech bajo un mismo grupo, esto dificultaría la operación de algunas de ellas, pues sus modelos de negocio son muy diferentes.
2. Oferta pública
A las Fintech que no están dentro de alguna de las figuras reguladas del sistema financiero no se les permite hacer una oferta pública de acciones. En Estados Unidos, este mismo año, el presidente Barack Obama dio entrada a una regulación para que empresas pequeñas puedan levantar capital hasta por 1 millón de dólares en Bolsa a través de crowdfunding. Una medida similar en México permitiría a las compañías acceder a una importante fuente de capital.
3. Facilitar la captación
Hay Fintech en México cuya matriz está en otro país. Esto restringe los instrumentos a los que pueden acceder para captar recursos, pues la ley actual te obliga a estar en el país como Sociedad Financiera Popular (Sofipo), lo que obliga a tener un nivel mínimo de clientes y capital. Por ello, están buscando mecanismos no convencionales para operar. Ante esta situación, algunas firmas que tienen sus matrices en el extranjero reclaman que la ley les permita operar en México como entidades reguladas, aunque no se registren como Sofipos.
4. Menos papeles y trámites
La regulación tiene que ayudar a los grupos financieros y entidades no bancarias que invierten ya en Fintech, y a las propias empresas del sector, a evitar los extensos trámites físicos que inhiben la flexibilidad que ofrecen estos modelos electrónicos. Actualmente, por ejemplo, para abrir una cuenta en banca electrónica es necesario acudir a una sucursal para firmar físicamente el contrato.
5. Vigilancia
Las autoridades deben llenar el hueco que existe actualmente en la regulación para evitar que abran algunas Fintech que ven la oportunidad para defraudar a la gente. Esta tarea incluso está pendiente en las entidades no bancarias reguladas, como la Sofipos, donde se han detectado casos de triangulación de recursos como el de Ficrea.