Fuente: www.expansion.com/

Poco tiene que ver el actual Silicon Valley con el que dieron forma Steve Jobs, Bill Gates, Andy Grove, Michaell Dell, Larry Ellison y demás líderes de la revolución tecnológica que tuvo lugar en las décadas de 1970 y 1980.Gigantes como HP, Intel, Oracle, Dell o IBM construyeron sus imperios conforme los ordenadores y estaciones de trabajo se extendían por casi todos los hogares y empresas del país.

El declive del mercado de PC y el auge de los ‘smartphones’ y la computación en la nube ha obligado a las tecnológicas a reinventarse

Sin embargo, el progresivo declive del mercado de PC, cuyo volumen de ventas se situó el año pasado en niveles de 2007, según datos de la consultora IDC, y el auge de los dispositivos móviles y la computación en la nube, les ha obligado a reinventarse. Los nuevos dueños de Silicon Valley son las grandes empresas de Internet, compañías -como Facebook, Google o Amazon- que dominan el mercado con una estrategia de crecimiento basada en encabezar su campo de especialización y abrir nuevos negocios.

Es precisamente esa capacidad de adaptación, la voracidad con la que peinan el mercado en busca de empresas punteras con las que bloquear el crecimiento de la competencia, y la continua diversificación de su negocio, lo que las diferencia de la vieja guardia de Silicon Valley. Amazon, por ejemplo, nació hace dos décadas como un portal para vender libros a través de Internet y, en la actualidad, controla el negocio del cloud computing a través de AWS (Amazon Web Services), cuenta con su propia plataforma de vídeo bajo demanda y planea lanzar en los próximos meses un servicio de música en streaming para competir con el de Apple y Spotify. Una nueva era, marcada por la necesidad de reinventarse constantemente, al que muchas tecnológicas no han sabido o no han querido adaptarse.

MEGAFUSIÓN

La última compañía en recorrer este camino ha sido Dell. El antiguo fabricante de ordenadores personales completó el pasado miércoles su fusión con EMC, especializada en la gestión de datos, en una operación valorada en 67.000 millones de euros. Este nuevo gigante tecnológico, el mayor de capital privado, arranca con unos ingresos de 74.000 millones de dólares y una plantilla mundial de 140.000 personas. Con esta operación, la sociedad fundada por Michael Dell quiere dejar atrás poco a poco el PC, un mercado que lideran en Estados Unidos pero cuyo éxito no ha podido replicar todavía en Europa, para competir en el negocio de la gestión de información y datos en la nube.

Mientras Dell y EMC han optado por fusionarse para ser más competitivas, HP ha segregado sus negocios en dos empresas

Una apuesta inversa a la de Hewlett-Packard, que ha optado por escindir el grupo en dos divisiones para simplificar la estructura organizativa y facilitar la toma de decisiones. Al estilo de una start up. De este modo, el grupo queda dividido en dos mitades: por un lado está HP, que agrupa los negocios de ordenadores personales e impresoras, el buque insignia de la firma durante más de 30 años, y por otro Hewlett-Packard Enterprise, enfocado más a soluciones tecnológicas y servicios a empresas. Antes, HP ya intentó fusionarse con EMC, una operación calcada a la realizada ahora con Dell, pero no prosperó porque a la firma de software le preocupaba cargar con el lastre de los ordenadores personales.

Lejos de terminar, la apuesta de la empresa dirigida por Meg Whitman de adelgazar el negocio de la tecnológica continúa. El miércoles, la compañía anunció la fusión de su división de software con la británica Micro Focus, mientras que en mayo hizo lo mismo con su división de servicios tecnológicos, que integró dentro de Computer Sciences, en una operación valorada en 8.500 millones de dólares.

APPLE Y MICROSOFT

Menos traumática ha sido la reinvención de Apple y Microsoft, dos de las tres empresas más valiosas de Wall Street. La firma de la manzana comenzó su escalada a la cima de la industria tecnológica el día que dejó de centrarse en los ordenadores personales para apostar por el iPod. Después llegaría el iPhone, el teléfono más vendido de la historia, el iPad y una rentable tienda de aplicaciones de donde proceden un 30% de sus ingresos.

IBM renunció a fabricar ordenadores, vendiendo esta división a Lenovo, para centrarse en la inteligencia cognitiva

En lo que respecta a Microsoft, dominador indiscutible hasta hace unas décadas de la informática gracias a su sistema operativo Windows, la compañía ha virado bajo el mando de Satya Nadella hacia los servicios en la nube para empresas, a través de Azure, y las redes sociales profesionales. En junio, compró LinkedIn, por 26.200 millones de dólares , a la que hay que sumar la adquisición de Yammer, un equivalente a Twitter para los negocios, en 2014.

Otra empresa que no ha dejado de reinventarse a lo largo de su historia es IBM. La centenaria Big Blue se deshizo de su división de ordenadores, que vendió a la china Lenovo en 2004, hoy líder mundial del mercado, para avanzar en la computación y los servicios a empresas. En la actualidad, ha puesto el foco en la inteligencia artificial. Su superordenador Watson, la gran apuesta de la empresa para liderar nuevos negocios, busca procesar big data mediante un innovador sistema cognitivo que ayude a las empresas en la toma de decisiones.

Más complicado lo han tenido firmas como Intel, el mayor fabricante mundial de chips y procesadores, que llegó tarde a la revolución de los smartphones y ahora lucha por reengancharse ganando presencia en los wearables y siendo un actor relevante en el negocio de la gestión de datos. En lo que respecta a Oracle, las reticencias de su fundador, Larry Ellison, a la hora de apostar por los servicios en la nube, llevó a uno de sus empleados, Marc Benioff, a dejar la empresa para crear su propia compañía de cloud computing, Salesforce, hoy en día uno de los máximos competidores de Oracle.